Las diversiones de la edad media eran un poco brutas y si no que se lo digan al protagonista de Medieval Dodgeball. Estás en la arena y tienes que conseguir recoger tesoros, hasta ahí nada complicado, pero claro, tendrás que esquivar las balas de cañón para no acabar hecho puré.
Eres un cuervo al que un cazador desalmado le ha pegado un par de tiros y ha ido al infierno, intenta salir con vida...
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